El comportamiento de los consumidores ha cambiado durante las últimas décadas. Los usuarios se han transformado en receptores de cientos de estímulos diarios, hecho que les mantiene en alerta y que les cede información continuamente.

Las empresas han aprovechado esta realidad como estrategia para su funcionalidad. El vínculo de estas con sus empleados cada vez es más estrecho y se valora más la horizontalidad en sus espacios de trabajo.

¿Cómo podemos llegar a nuestros profesionales de la forma más rápida, fácil y eficaz? Adaptándonos a ellos. Preguntándonos qué canales son los más habituales en sus vidas privadas. Si se valoran estos aspectos, y si nos ajustamos a sus rutinas, podremos favorecer esta cercanía y comunicación mencionada.

Las redes sociales son plataformas con millones de usuarios en todo el mundo, así que implementar redes sociales internas en los negocios, puede ser una óptima vía para mejorar o impulsar la comunicación interna de la compañía. Sobre todo, son una muy buena estrategia para empresas que están en procesos de transformación. A través de estas herramientas podemos conseguir interactividad, participación, obtener información sobre los trabajadores, propiciar espacios de interacción y agilizar las relaciones personales. ¿El aspecto más relevante? La creación de flujos de información libres y naturales, sin tener en cuenta el rango o posición de los empleados.

Puntos a considerar para una buena implementación de redes sociales internas:

En primer lugar, la marca tiene que analizar e identificar bien a sus equipos para saber qué transmitir y qué canales son los más apropiados para hacerlo. Este primer paso es imprescindible para la base del éxito de estos mecanismos. Los miembros de nuestra compañía tienen que ser los protagonistas y, por ese motivo, es primordial conocer cómo son y qué necesitan.

Definir el objetivo de la creación de estas es el siguiente paso. ¿Cuál es el objetivo de la empresa y cuál es el de los trabajadores? ¿Qué queremos comunicar? ¿Qué queremos recibir o crear entre ellos?

Por otro lado, el contenido se tiene que presentar de forma sencilla y elegante. Tenemos que lograr la integración. Puede ser interesante hacer una formación para mostrar cómo funcionan las herramientas, compartir los objetivos y las expectativas. Si el usuario sabe dónde está, será más fácil que se involucre en lo que se le plantee.

Por otra parte, es relevante escoger las plataformas adecuadas. ¿Qué soportes son mejores para nuestra compañía? Hoy en día existen muchas alternativas, así que es fundamental escoger bien la que consideremos que nos otorgará más utilidad.

Ser consciente que el manejo de las redes sociales internas puede aportar beneficios y sensación de más confianza en los equipos. Sin embargo, se tiene que tener en cuenta la gran capacidad de repercusión y difusión que estas pueden tener.

No hay solo una receta para la utilización de las redes sociales internas en una compañía. Todo depende de la calidad con la que se traten, de la transparencia y de su funcionalidad. Son instrumentos que fomentan grandes espacios de conversaciones, de experiencias, de participación y de información. La única clave es saber aprovechar bien el rendimiento que nos ofrecen.

¿Y vosotros? ¿Ya las habéis utilizado?

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