“La creatividad hace que la comunicación emocione”

Helena Sanz, licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universitat Autònoma de Barcelona, es la actual directora creativa de Mostaza Comunicación. Durante su larga trayectoria profesional ha sido directora creativa en BBDO, guionista y redactora freelance. Le apasiona la narrativa desde los 11 años, así que sin lugar a duda lo de ser hiladera de relatos es puramente vocacional. Hemos hablado con Helena sobre creatividad en comunicación interna.

¿Qué es lo primero que piensas con la palabra “creatividad”?

Toda mi carrera profesional ha estado relacionada con la creatividad y he podido comprobar que tiene muchos matices, pero lo más importante es que hace que la comunicación emocione.

Hablando de comunicación… Comunicación interna, comunicación externa. ¿Creatividad igual de relevante y valorada en ambas?

En estos momentos tienen el mismo peso, pero es reciente. Creo que se puso en relevancia la comunicación interna durante la pandemia. Cobró importancia para mantener cohesionados a los equipos. En el pasado no era así. Ahora están a la par, comunicación externa cuelga más de marketing, y comunicación interna cuelga más de recursos humanos. Comunicación externa es una herramienta para trasladar los valores de la marca hacia fuera, y la comunicación interna debería de hacerlo hacia dentro.

 ¿Crees que irá creciendo la comunicación interna?

Yo creo que sí. Estamos en una era en que la centralidad de la persona es muy importante. El cliente y la clienta en el centro, y los y las profesionales de la empresa en el centro también. Al final, el valor lo aportan las personas. Puedes tener muchos recursos tecnológicos, pero al final el valor te lo da el talento.  

Tratemos ahora la Inteligencia Artificial. ¿Oportunidades o amenazas para las empresas?

Las dos cosas. La inteligencia artificial abre un sinfín de posibilidades muy útiles para hacer la vida más fácil. Puede servir para la búsqueda de documentación, para redactores y redactoras, para dirección de arte… La parte más mecánica puede facilitarla la inteligencia artificial y así tener más tiempo para pensar otras tareas. Yo tengo muchas inquietudes porque parece algo sin control y que está al alcance de cualquiera. Y hay un porcentaje de la población que no tiene buenas ideas. Son pocas personas, pero pueden hacer mucho daño. Ahí es donde tengo mis dudas. Sin embargo, al final todos los cambios comportan cierto miedo de salir de la zona de confort. Creo que bien utilizada, es una herramienta buena. Mal utilizada puede ser una catástrofe.

Sin lugar a duda. ¿Y cómo crees que afectará a la creatividad?

Hay una parte humana de conmover que dudo que la inteligencia artificial pueda hacer. Hay que verlo. Tengo mis dudas. No creo que suplante a un cierto tipo de perfil. ¡Igual sí! Pero yo creo que no. De hecho, ya la estamos usando mucho en nuestro equipo creativo, sobre todo l@s diseñador@s gráfic@s de Mostaza que son muy jugueton@s. Están probando ilustraciones y trabajan bien. Para el tipo de trabajo que hago yo, que es la narrativa y que es algo muy personal, poco la voy a usar. Pero tenemos que tener la mente abierta y la curiosidad a punto.

Hablemos de ti. Lo que más te gusta de tu trabajo…

El relato. Explicar una historia. Desde que era muy pequeña, desde los 11 años, sé que lo que me gusta es escribir. Lo descubrí en una clase del colegio donde empezamos a trabajar la poesía y aquello me encantó. Me fascinaba ordenar las palabras y condensarlas en una frase para poder decir algo que te conmoviera. Me pareció algo maravilloso. Y a partir de ahí he tenido la suerte de desarrollar mi vida alrededor de eso. Me encanta escribir y es lo que más me gusta. Liderar equipos me lo he encontrado por el camino. Creo que más que liderar, acompaño, y tod@s somos un equipo en el que cada cual aporta sus habilidades para hacer un poco más feliz la vida de los demás.

De hecho, escribes mucho y también lees mucho. ¿Piensas que la lectura es importante?

Creo que para tener cierta habilidad para escribir y además con esos matices emocionales que exige la narrativa, esa manera de enamorar a las personas en las organizaciones para que se sientan cómodas con los proyectos de transformación en los que colaboramos, pasa por leer mucho. Mi rutina de cada noche es leer. No estoy casi nunca al día ni de series ni de películas. Yo me voy de vacaciones y me llevo mi tonelada de libros y me fascina tanto por la trama que me enganche como por descubrir una persona que dibuje con las palabras.

¿Y alguna experiencia a nivel creativo que te haya impactado especialmente durante tu recorrido?

A mí me interesa ser feliz con las personas con las que trabajo. Mostaza es una empresa pequeña, pero estamos muy bien cohesionad@s. Tod@s nos queremos, nos cuidamos y nos apoyamos. Hay buena armonía.
Yo tengo dos momentos en que, especialmente, he sido muy feliz. Cuando empecé, ya que los inicios siempre son mágicos, incluso los mitificas un poco. En aquella época trabajábamos por parejas y trabajaba con una directora de arte. Yo siempre decía que ella era mi media naranja creativa. Nos reíamos mucho. Fui muy feliz en esa época.
Otro momento que fue bonito fue cuando, como freelance, trabajé como guionista para documentales. Nada que ver con la publicidad. Esa experiencia me enriqueció mucho y me ayudó a profundizar en ese amor a la narrativa. Al final los relatos son los que nos hacen sentir la vida más cerca y más auténtica.

¿De qué te sientes especialmente orgullosa?

Más que orgullosa, me siento afortunada. Para mí el orgullo es el ego. No me siento cómoda con este concepto. En cuanto al trabajo, me siento muy afortunada. Llevo un camino muy largo recorrido y gracias a Mostaza he continuado aprendiendo, ya que yo no venía de comunicación interna así que ha sido un nuevo aprendizaje. También es un lugar con buena armonía entre compañeros y compañeras, con un trabajo que es enamorar a las personas que trabajan en las organizaciones y hacerles la vida más agradable. Es una suerte. Además, puedo dedicarme a lo que me gusta, que es escribir. No todo el mundo puede decir esto. Así que yo me siento afortunada, más que orgullosa.

Desde Mostaza Comunicación te ayudamos y acompañamos en todos los programas de refuerzo de la marca corporativa: marca ejecutiva, marca personal, embajadores y embajadoras de marca y marca empleadora.


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La comunicación interna: un factor decisivo para el éxito empresarial

La comunicación interna es una pieza fundamental en las empresas actuales para impulsar el alineamiento interno entorno a la estrategia y el propósito de la organización. Cuando l@s emplead@s están bien informad@s y comprometid@s, se multiplica exponencialmente la probabilidad de que la compañía logre sus objetivos y consiga mejores resultados, tanto a nivel financiero como de posicionamiento de marca. Además, la comunicación interna efectiva ayuda a mantener a la plantilla comprometida y productiva en los procesos de cambio, lo que aumenta la probabilidad de que estos se lleven a cabo con éxito.

Un estudio desarrollado por la consultora McKinsey en 2021 expone que las organizaciones que priorizan la comunicación interna en su transformación empresarial son más propensas a lograr sus objetivos y a experimentar un crecimiento sostenible. El estudio se basó en entrevistas con más de 100 ejecutiv@s de empresas que habían llevado a cabo procesos de transformación exitosos, así como en una encuesta a más de 1000 profesionales de diversas compañías en todo el mundo.

Entre las conclusiones del estudio destacan las siguientes:
  • La comunicación clara y frecuente es esencial para involucrar a l@s emplead@s en el proceso de transformación: necesitan entender por qué se está llevando a cabo el cambio y cuál es su papel en el mismo.

  • La participación activa de los colaboradores y colaboradoras en el proceso de transformación es clave para su éxito. L@s emplead@s deben sentir que sus opiniones y perspectivas son valoradas y tenidas en cuenta. Cuando l@s profesionales se sienten involucrad@s en el proceso de transformación, están más dispuest@s a aceptar y adaptarse a los cambios que se están llevando a cabo.

  • Las empresas que invierten en comunicación interna y participación tienen más probabilidades de lograr resultados positivos en sus procesos de transformación. Estas empresas informan de mayores niveles de compromiso de la plantilla, mayor satisfacción del cliente y mejoras en los resultados financieros.

  • Además, el estudio descubrió que las empresas que utilizan herramientas digitales para la comunicación interna tienen un 30% más de probabilidades de contar con una fuerza laboral altamente comprometida y un 20% más de probabilidades de disfrutar de una cultura empresarial sólida.

Estas certezas cada vez más contrastadas han hecho que la comunicación interna, tradicionalmente considerada un vector más accesorio, se convierta en una palanca clave para involucrar a todos los profesionales e impulsar la estrategia de las compañías.

Las claves de una estrategia de CI exitosa

Pero ¿cómo lograr que la comunicación interna tenga un papel estratégico en los procesos de transformación?

  1. Impulsándola desde la alta dirección e involucrando en ella a quienes lideran la organización.

  2. Alineando la estrategia de comunicación interna con los objetivos de la empresa y teniendo en cuenta las necesidades y expectativas de los empleados.

  3. Escuchando a la plantilla y apreciando sus opiniones y necesidades. L@s emplead@s deben sentirse valorad@s y respetad@s para que puedan comprometerse con la empresa y con los cambios que se quieren impulsar.

  4. Usando una narrativa que destaque la importancia el propósito y el sentido de participar en un proyecto compartido.

  5. Tomando conciencia de la comunicación interna y contando con las habilidades necesarias desde las posiciones de liderazgo de la empresa. Esto incluye la capacidad de escuchar, de comunicar de manera clara y directa y de proporcionar una retroalimentación constructiva.

  6. Utilizando herramientas digitales, como las redes sociales corporativas, los blogs internos y los boletines informativos, que permiten mantener a l@s emplead@s informad@s y fomentan la participación.

  7. Evaluando y midiendo los resultados para identificar áreas de mejora y calibrar el impacto en los resultados.

Las barreras

Es importante tener en cuenta que, a pesar de su importancia, la comunicación interna puede enfrentarse a algunas barreras. Veamos algunas de las más comunes:

  1. Falta de liderazgo y compromiso. Si l@s líderes empresariales no están comprometid@s o no cuentan con las habilidades necesarias, es probable que no se consiga el impacto deseado. Es importante que quienes lideran muestren su compromiso con la comunicación interna y la consideren como una parte fundamental de su papel.

  2. Cultura organizacional poco transparente. En algunas empresas, la cultura organizacional no promueve la transparencia y la comunicación abierta. Esto puede hacer que la plantilla no se sienta cómoda compartiendo información o ideas, lo que dificulta el proceso de comunicación interna.

  3. Carencia de recursos. La comunicación interna requiere de recursos, tanto económicos como humanos. Si la empresa no asigna los recursos necesarios para la comunicación interna, es probable que esta no pueda cumplir su función estratégica.

  4. Insuficiencia de canales para llegar a todos los colectivos. La tecnología es un elemento clave para la comunicación interna efectiva. Si la empresa no cuenta con tecnología actualizada y eficiente, es probable que la comunicación interna sea limitada y no pueda cumplir su función estratégica.

  5. Ausencia de planificación y estrategia. Si la comunicación interna no se planifica ni se diseña de manera estratégica, es probable que no cause el impacto deseado. Es importante que la empresa planifique y diseñe su estrategia de comunicación interna de manera estratégica y coherente con los objetivos de la transformación y sus distintas etapas.

Las empresas que han logrado establecer una comunicación interna efectiva y que han involucrado a sus profesionales en los procesos de transformación han visto mejoras significativas en su desempeño y en sus resultados financieros. Además, la comunicación interna es fundamental para construir una cultura de cambio y para garantizar que todas las personas de la organización comprendan y acepten las innovaciones que se están llevando a cabo.

Aunque hay algunas barreras que dificultan la implementación de una comunicación interna efectiva, existen soluciones y estrategias para superarlas. La inversión en tecnología, el fomento de la colaboración entre departamentos y el liderazgo visible y comprometido son algunos de los factores que pueden ayudar a establecer una comunicación interna efectiva.

En definitiva, la comunicación interna es esencial para cualquier empresa que quiera llevar a cabo procesos de transformación exitosos y garantizar su éxito empresarial a largo plazo.

En Mostaza Comunicación somos especialistas en comunicación interna para la transformación. ¿Hablamos?

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Tras la #ExperienciaCliente: del Buenrollismo al Oficio

Es una pequeña odisea desplazarse con cinco niños al supermercado para llenar la despensa de un núcleo familiar de 12 almas. Enseguida te das cuenta si los empleados del establecimiento “saben”, o sí por el contrario trabajan allí con la mismo desapego del vigilante de parking. Perdido yo en las profundidades del pasillo de las mermeladas, avisto cerca de los congelados una chaqueta granate del Carrefour: ¿Por favor, me podría indicar cómo se llega a la Bechamel?… Y tras unos segundos de pausa obtengo mi respuesta: ¿Ha dicho Bechamel? ¿Y eso qué es?

Qué difícil es obtener una gran experiencia de cliente cuando los empleados que te atienden no son amables ni sonrientes. Pero más difícil todavía es tener una experiencia WOW, si los empleados no saben lo que tú necesitas. Si no son buenos en su trabajo, si carecen de las microhabilidades específicas del sector y el puesto. Si no tienen oficio.

Aunque una actitud fría y distante, puede acabar con una experiencia de cliente bien diseñada. Las sonrisas azafata no serán capaces de que llegues contento de tu vuelo, si tienes un retraso descomunal, si no te informan con certeza, o te indemnizan con generosidad cuando te extravían la maleta.

Hemos exagerado la dimensión actitudinal en el análisis de la satisfacción –también del cliente interno-. En cada negocio, en cada establecimiento y en cada puesto, hay unos puntos críticos que determinan que el cliente quede o no satisfecho. Es obligatorio conocerlos, y bordarlos.

Una buena sala de espera con café gratis y televisión, podrá calmarte unos instantes, mientras esperas recoger el coche del taller. Pero tu enojo explotará si no te entregan el vehículo con garantías, en presupuesto y en plazo -por más buena cara que pongan.

Me viene a la cabeza la experiencia de la Galería Gastronómica en Barcelona. El restaurante fue diseñado por el célebre escultor Lorenzo Quinn y pretendía combinar arte y comida: “No dejéis de observar las obras de arte que te asaltan a cada paso del local, incluso los bajoplatos en color plata son detalles que hacen disfrutar incluso al interiorista aficionado”. Pero la comida no estaba a la altura de su precio.

Es preciso recuperar y desarrollar el concepto de oficio entre los empleados. Sólo así estaremos en condiciones de atender y satisfacer con garantías, de forma habitual. Sólo así crearemos una buena relación con el cliente. El término latino oficiisignificaba deber. Algo que debes hacer para las otras personas.

Especialmente importante para los directivos. Por más que resaltemos las dimensiones actitudinales, es innegable que nadie llega a ser buen mando si no desempeña de forma destacada las funciones del puesto, si no conoce su oficio.

No se pueden dirigir películas sin saber de cine o liderar un grupo musical sin tener oído. Por eso los ingenieros fueron durante años –y todavía lo son- quienes prioritariamente llevan la dirección en entornos industriales; los directores de cuentas, en publicidad, suelen ser buenos creativos; y las empresas de informática crecen con personas de talento para los ordenadores. Nos pondríamos nerviosos si descubriéramos que el jefe de servicio del hospital en que estamos ingresados no es un médico.

Todo buen directivo debe ser un maestro, en el doble sentido: maestro como alguien que sabe y maestro como alguien que sabe enseñar. Un directivo debe ser bueno en su trabajo, tener profesionalidad y competencia técnica. El día que no seas capaz de enseñar algo a los que dependen de ti –el día que dejes de sorprenderles- habrás perdido una parte de tu autoridad.

No me resisto a acabar con lo que llamo el Dilema del Dr. House, aunque solo sea para obtener el mensaje inverso. «¿Preferiría un médico que le coja la mano mientras se muere o uno que le ignore mientras mejora? (…) Aunque yo creo que lo peor sería uno que te ignore mientras te mueres».

 

Gabriel Ginebra

Business Thinker at Arise Culture & People

No es lo mismo vender en línea que brindar experiencias digitales gratificantes. Y Ulabox lo sabe.

Hace ya tiempo que decidí que no tenía tiempo ni ganas de andar correteando por pasillos de supermercado, de modo que suelo hacer mis compras a golpe de ratón. Durante un par de lustros me abastecí a través de una cadena de cuyo nombre no quiero acordarme, no obstante hace medio año cambiaron su web e hicieron caso omiso a mis problemas para acceder al nuevo portal. Así que me pasé a Ulabox. Gracias a ello he vivido de primera mano la diferencia entre comprar en línea y disfrutar de experiencias digitales gratificantes.

En Ulabox no solo facilitan información exhaustiva de cada producto, sino que, emulando a TripAdvisor, los usuarios pueden puntuar cada referencia una vez que la prueban. Un día me dio por valorar algunos artículos, entre ellos una tortilla que había llegado en mal estado. Enseguida recibí un correo electrónico de Ulabox en el que me informaban de que me devolverían el importe y manifestaban su deseo de que la tortilla que había solicitado en mi pedido más reciente –todavía en curso- cumpliera con mis expectativas.

Esta comunicación me impresionó profundamente y suscitó algunas reflexiones :

  • Si proporcionas servicios en línea, asegúrate de que también responderás en línea.No basta con disponer de la tecnología necesaria, hay que saber utilizarla para brindar servicios digitales de manera integral. En la cadena de supermercados a la que ya no recurro, jamás respondían a las incidencias que reportaba por correo electrónico, tan solo me atendían cuando llamaba por teléfono. Y no solo eso, también me enviaban por correo postal promociones que únicamente eran válidas para compras presenciales, a pesar de que yo jamás pisaba sus puntos de venta. E hicieron caso omiso cuando me dirigí a ellos desde mi ordenador para señalárselo. O sea, nuestro canal de comunicación no lo escogía yo, sino ellos. Es más, seis meses después de dejar de comprar sus productos –pasmosa agilidad de reacción-, me han telefoneado para preguntar por el motivo de mi abandono, “con lo buena clienta que era”.

 

  • La relación digital facilita valiosos datos sobre tu cliente, ¡utilízalos! Aunque no me había dirigido a ellos directamente, desde Ulabox practicaron la escucha activa y detectaron cierta insatisfacción en un producto. Era apenas una gota en el océano, sin embargo se molestaron en revisar mi perfil y en crear una comunicación personalizada. Esta manera de relacionarse conmigo me cautivó. Me sentí especial y que realmente se preocupaban por mi bienestar. En ese momento dejé de ser una simple usuaria y me convertí en embajadora de la marca (a la vista está).

 

  • Piensa en global y actúa en local. Permanecer atento a las tendencias y a los cambios a escala global es una buena fuente de inspiración para crear soluciones personalizadas. Gracias a la tecnología, los productores de proximidad pueden establecer relaciones relevantes y duraderas con clientes que residen en su zona de influencia. Y no solo eso: aplicaciones como Manzaning reinventan el comercio de barrio, mientras que Ulabox ha establecido un acuerdo con el emblemático Mercat del Ninot para incluir en su oferta productos frescos de las paradas tradicionales.

¿Y tú? ¿Has vivdo alguna experiencia digital especialmente gratificante? Si es así, me encantaría que la compartieras conmigo. ¡Soy toda orejas!

 

Helena Sanz

Piensa y escribe en Mostaza

 

Carme Ambrós, nueva directora general de Mostaza

En Mostaza estrenamos Directora General. Se llama Carme Ambrós y se incorpora para impulsar nuestra nueva propuesta de valor. Queremos ser referentes en la movilización y el desarrollo de experiencias de marca para empleados, clientes y consumidores, y hemos ampliado nuestro portfolio de productos con acciones dirigidas a la comunicación de la transformación.

Carme procede de Nexe the way of change, donde desempeñaba hasta ahora las funciones de directora de marketing y negocio. La nueva directora general cuenta con más de 20 años de experiencia al frente de equipos y proyectos que responden a retos de transformación, evolución de negocio y de la experiencia de cliente.

Esta incorporación se produce tres años después de que  Mostaza pasara a formar parte del Grupo Nexe the way of change, del que también forman parte Enzyme y Arise.

En esta nueva etapa, Eva Lovrics, fundadora de la agencia, será la responsable de la dirección creativa y liderará en primera persona proyectos de carácter estratégico y con dimensión internacional.

Pero como vale más una imagen que mil palabras os dejamos con una pequeña píldora audiovisual que explica que hacemos y cómo lo hacemos. Esperemos que os guste.

¿Eres feliz en tu puesto de trabajo?

Para establecer una relación fructífera y perdurable entre profesional y empresa no basta con acordar unos honorarios, también hace falta atender el salario emocional, esa fracción no económica de la retribución que refuerza el sentimiento de pertenencia a la comunidad laboral. Es tan importante como la remuneración, o incluso más: cuando te sientes satisfecho y reconocido en tu desempeño, no solo rindes más y mejor, sino que incluso desestimas otras ofertas y te conviertes en el mejor embajador posible de tu empresa.

Además de apoyarse en los grandes clásicos del salario emocional -brindar beneficios sociales, habilitar espacios de ocio para hacer pausas o facilitar cursos para desarrollar potencialidades-, gracias a las nuevas tecnologías se pueden fomentar dos aspectos muy valorados por cualquier empleado que desee conciliar su vida profesional con la personal: la flexibilización de los horarios y el teletrabajo forman parte de un mismo paisaje que algunas empresas ya están instaurando con éxito. Bienvenido sea el smart working. La multinacional estadounidense Mondelēz ha ido implantando gradualmente esta práctica en su división española, según detalló un artículo publicado en Expansión el pasado mes de febrero.

Otra estrategia para retener el talento y conseguir que los empleados se sientan felices y, en consecuencia, sean más productivos, es el buen uso de la comunicación interna y la revisión periódica de los indicadores del clima laboral por parte de Recursos Humanos. Al fin y al cabo, como asevera el empresario Richard Branson, fundador de Virgin, los empleados son lo primero y, si cuidas de ellos, ellos cuidarán de tus clientes. En este sentido, una de las más óptimas herramientas de medición del ambiente de las organizaciones son los cuestionarios del clima laboral, que incluyen la valoración del liderazgo y de la gestión de los equipos por parte de mandos intermedios y superiores. Los problemas detectados pueden solventarse a medio plazo con cambios en el organigrama y programas de formación específicos.

Y tú, ¿eres feliz en tu puesto de trabajo? ¿Crees que quienes colaboran contigo o están a tu cargo lo son? ¿En qué medida influye tu manera de desempeñarte en su estado de ánimo? Merece la pena reflexionar un poco sobre ello. Al fin y al cabo, antes que profesionales, somos personas.

 

 

Helena Sanz

Piensa y escribe en Mostaza

Ojalá que llueva maná en el campo

Hoy he estado echando un vistazo a planes estratégicos de algunas empresas, bueno, a lo que publican por Internet, que no es mucho y que seguro estará desactualizado.  Pero me ha encantado el ejercicio, y me parece que hay mucho talento ahí afuera: propuestas infalibles, objetivos alcanzables, medibles, ambiciosos aunque realistas, innovadores y atractivos y teniendo en cuenta un amplio marco de coyuntura de mercado, social, etc.

Trabajar e investigar en procesos de comunicación y evolución de negocio me ayuda a conocer variables, procesos y compañías muy diferentes, y me gusta creer que cada vez estoy más cerca de entender por qué a veces funciona y otras no.

Hoy reflexiono sobre el paisaje, el ecosistema, el campo donde aterrizará esa estrategia. Me imagino ese plan estratégico cayendo del cielo en forma de maná, lanzado por los expertos y los directores desde su dirigible. Hablamos de un plan estratégico diseñado por los mejores, que a su talento y experiencia suman la amplitud de visión que les da verlo todo desde arriba, contemplando así el panorama completo.

Y pienso también en los objetivos con los que se lanza: la intención de que los empleados y los clientes los recojan, se alimenten y se nutran con las bondades de este maná estratégico.

Estoy segura además, de que los planes que mejor han funcionado son los que han tenido en cuenta la topografía del paisaje, las condiciones en que están las personas que lo recibirán y sus diferentes necesidades y aún así, voy un paso más allá.

¿Y si en lugar de ese maná de última generación lanzamos semillas estratégicas? Me imagino entonces que, con el tiempo y el esmerado cuidado de nuestros empleados, el ecosistema podría realmente transformarse y convertirse en un paraje florido y hermoso. Y productivo. Y sostenible.

En el que nuestros empleados no sólo reciben si no que alimentan y son parte activa del cambio, lo viven y lo disfrutan. Eso se refleja en clientes que perciben la ilusión y las atenciones de nuestros jardineros. Y resulta ser que los frutos que han tomado su tiempo de madurez y dedicación, están más ricos que los del invernadero de al lado. La relación con el cliente no es un punto de contacto único de intercambio de bienes y servicios, si no un proceso elaborado y duradero que tiene en cuenta que, todo esto, sin el cliente, no tiene sentido.

La diferencia entre el maná y las semillas, ¿verdad? Sí, las semillas son algo más complejas de diseñar, requieren más estudio del sustrato de la tierra, más formación e implicación de los empleados/jardineros, una relación con el cliente extendida en el tiempo y que no se limita al momento de recogida. Pero me parece que sigue mereciendo la pena, al fin y al cabo, lo que recoges, es lo que siembras, ¿no?

Eva Quesada

Piensa y construye planes estratégicos en Mostaza Comunicación

¿Jugamos?

Aprendí mis primeras palabras prohibidas jugando al beso, verdad o acción.  En ese momento solo me estimulaba estar con mis amigos y pasar un buen rato, y eso hacíamos, lo que no sabía es que en realidad estaba aprendiendo cosas que mis padres todavía no estaban dispuestos a enseñarme.

Más adelante llegó el Stratego. Para los que no estéis familiarizados con este juego os diré que la primera decisión que se tomaba condicionaba enormemente el desarrollo de la partida. La decisión era poner tus piezas en el tablero de forma estratégica. El objetivo era simplemente o capturar todas las piezas de tu oponente con posibilidad de movimiento o llegar y capturar primero la bandera. Todo dependía de tu destreza como estratega. La batalla estaba servida y durante el juego se vivían momentos de excitación,  de expectativas, frustración, de rabia, euforia, nervios, tensión, y un sinfín de emociones, en definitiva una experiencia única.

Y como no, el Monopoli, reservado para los días de lluvia, en los que por fin, nuestros padres nos permitían quedarnos horas y horas jugando. En este juego, lo mejor era ser la Banca ¿Y quién no quería serlo? Ser la banca suponía leer todas las tarjetas y entender los conceptos, estar pendiente de pagar cuando tocaba, contar el dinero, intercambiarlo, sumar, restar, multiplicar y dividir. La tarea no era fácil y suponía cierta concentración, sobretodo con la compra de casas y hoteles, hacer hipotecas y lidiar con los impuestos. Pero lo bueno de ser la banca era que tenías el poder.  El juego te pertenecía.

Volviendo hoy del GWC (Gamification World Congress) me permito hacer la reflexión de que aquellos juegos y sus propósitos de ser siguen vivos y debemos aplicarlos a nuestros sistemas de trabajo. Conocer y sentir la razón de ser de un juego es fundamental para acometer con éxito cualquier proyecto gamificado, haciéndolo correctamente conseguiremos provocar emociones y estímulos arrebatadores, despertaremos el poder de pertenencia y daremos un valor diferencial al viaje al que sometamos a nuestro viajero.

Desde Mostaza llevamos años gamificando proyectos para nuestros clientes, enfocados a estimular y motivar a los participantes para asimilar o interiorizar distintas cosas, desde KPI’s a evolución de negocio.  Quizá hasta hace poco,  las mecánicas, los elementos, la estética eran diferentes. Pero no importa porque el objetivo real de gamificar permanece intacto. Siempre ha sido el mismo y me reconforta haber vuelto del congreso más importante de Europa en Gamificación convencida de ello. ¡Seguiremos en esta línea!

Gamifiquemos y nunca, nunca, dejemos de jugar.

 

Mireia Moyá

Fan de los juegos que hacen sentir. Fan de los juegos que crean engagement

 

Parte 2: Transmedia, ¿Y qué más?

¿Cómo puede beneficiar a una empresa el Transmedia y porqué?

Salir. Como los evangelistas. Salir de la iglesia. Divulgar el mensaje entre creyentes y no creyentes. Convertir a los escépticos en nuevos adeptos. Fidelizar a los visitantes ocasionales. Salir. Abandonar la comodidad del escondrijo de la oficina. Aumentar la distancia entre el monitor y nuestro cuerpo. Rotar la silla hacia atrás. Salir por la puerta y observar. ¿Qué tendencia cala hondo entre mis compañeros humanos y humanas y cómo lo hace? ¿Qué medios utiliza? ¿Qué tono, con qué frecuencia, y quién lo esponsoriza?.

Volvamos a las religiones. Aprendamos de sus estrategias. Contemplemos la belleza de la simplicidad en la proliferación de su mensaje, de la diversificación de la palabra en mil canales, de sus tácticas probadas y tan antiguamente modernas. Todo empieza con un Best-seller en papel (hoy disponible en digital). Estampas y cromos coleccionables. Colgantes y pendientes. Fondos de pantalla. Financiación de arte y pintura de artistas famosos sobre variaciones sobre el mensaje. Espacios privados de reunión, de entrada gratuita. Eventos semanales de meditación sobre el mensaje. Atención personalizada semanal, íntima y secreta. Hospitales. Programas educativos. Programas de rehabilitación. Eventos temáticos. Eventos lúdicos. Esponsorización de acontecimientos locales, regionales, nacionales e internacionales. Prensa escrita. Prensa digital. Películas temáticas. Esponsorización de  canales de radio, televisión y audiovisuales de temas afines. Concursos de poesía. Bibliotecas. Universidades. Museos. Hostales y albergues. Inmobiliarias. Banca. Programas políticos.

Y sigue.  No hace falta que lleguemos a tanto, ni mucho menos. Pero pensemos en lo que hay en el corazón de su estrategia. Un solo mensaje. Un coro de personajes. Un coro de prescriptores. Una legión de fans combatientes que discuten con los detractores (como mínimo).

Claro, el mensaje importa. Todo lo que queremos comunicar tiene que tener algún interés compartido con la persona o grupo de personas a quien queremos comunicar. Pero comunicar, amigos, ya no es suficiente. Comunicamos todo el día. Somos animales comunicantes.  En la susodicha era de la información, informar, sin más, no es suficiente. No lo es si quieres movilizar a tu target hacia tu producto. Al grupo, hacia tu idea. Si quieres captar la atención. Si quieres que te crean, que te sigan, que te compren, tendrás que trabajar más. Salir de las vías por las que circula tu locomotora y seguir a pié, si hace falta, hasta donde está el target. Estudiar lo qué hace, lo que dice que hace, lo que le gusta y lo que dice que le gusta (son siempre cosas distintas). ¿Dónde puedo coincidir con ellos? ¿En qué momento mi mensaje puede calar hondo? ¿En qué formato adapto mi mensaje para que les quede bien cuando se lo prueben? ¿Es verdad que ahora todo tiene que tener una función lúdica, una propuesta de ocio?

(Sigue en parte 3)

 

Dos de dos.

La semana pasada se celebró en Madrid la entrega de los Premios DEC que organiza desde hace tres años la Asociación para el Desarrollo de la Experiencia al Cliente. Mostaza Comunicación se presentaba con dos proyectos en los que ha trabajado estrechamente con la consultoría Nexe the Way of Change. Ambas iniciativas quedaron finalistas. Dos de dos.

Los proyectos presentados fueron “Piensa en Rojo” de Media Markt y “Estar donde estés” de Banco de Sabadell. Ambos estuvieron a un paso de llevarse el premio a la mejor iniciativa de movilización de empleados. Dos de dos.

El Proyecto ‘Piensa en Rojo’, de Media Markt tenía como misión orientar a toda la organización a conseguir una mejor experiencia de sus clientes. En otras palabras, se buscaba incrementar el Net Promoter Score (NPS) y satisfacer así las necesidades de los clientes más demandantes. Fue tal el éxito del proyecto que Media Markt logró incrementar su NPS en más de 30 puntos. El medio: una campaña de comunicación interna donde se combina el humor y las nuevas tecnologías.

Mejorar la experiencia de sus clientes es también el objetivo que persigue el Banco Sabadell con el proyecto ‘Estar donde estés’. Un proyecto de transformación que implica un cambio en la manera de trabajar y de entender la relación del cliente con el Banco. Para ello, es imprescindible involucrar a todos los empleados de la empresa para que éstos formen parte activa del cambio y conseguir así la meta final: ser líderes en Experiencia de Cliente en el sector. El medio: una campaña de comunicación interna vertebrada y difundida  alrededor de los propios empleados.

Dos grandes proyectos. Y dos grandes clientes. Dos de Dos.

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