Reconoce, que no es poco

¿Cómo diseñar un programa de reconocimiento para tus empleados?

Buscando datos para escribir este artículo, hemos encontrado uno muy ilustrativo: se ha comprobado que cuando las empresas invierten un 1% o más de la nómina en programas de reconocimiento, revierte en un 85% de compromiso de los trabajadores. Impactante. Las cifras siempre lo son y adquieren especial relevancia cuando hablamos de empresas en proceso de transformación, en las que el compromiso de los empleados es una pieza clave para conseguir el cambio.

Usar bien la necesidad innata de reconocimiento que tenemos todos se convierte, por tanto, en una de las palancas clave en cualquier plan de comunicación dirigido a acelerar la transformación. Pero ¿qué es un plan de reconocimiento laboral? Un programa o plan de reconocimiento para los empleados son todas aquellas estrategias dirigidas a los trabajadores que se llevan a cabo para agradecer y demostrar el valor que tienen sus acciones y comportamientos para la compañía.

Para que un programa o plan de reconocimiento para empleados funcione y sea motivador para ambas partes debe ser simple, divertido, inclusivo (para todos los miembros de la organización), motivante y formar parte del plan de comunicación de la transformación. No es un elemento aislado, sino que tiene que poner foco en reforzar el compromiso y vencer resistencias.

Hoy queremos compartir con vosotros algunas de las características de un buen programa de reconocimiento: 

 

Participativo

Hay que involucrar a los empleados en el diseño del plan. Anima a tus colaboradores a participar en el diseño del programa y organiza encuestas que te permitan conocer qué tipo de reconocimientos tangibles o intangibles son motivantes para ellos y les gustaría recibir por parte de la empresa.

 

Inclusivo

Un buen plan de reconocimiento para empleados debe modularse según los distintos niveles que existan en la organización. Es necesario que todos dispongan de opciones de conseguir el reconocimiento y que, por ninguna razón, algún colaborador o grupo de colaboradores sea excluido.

 

Sencillo

La sencillez es una de las mejores prácticas en el momento de diseñar un programa de reconocimiento para tus colaboradores. Es necesario que tu plan especifique claramente qué tipos de comportamientos o acciones están siendo compensados o reconocidos de forma clara para todos. 

 

Creativo

Para muchas empresas, reconocer a sus empleados por su desempeño significa asignar una parte del presupuesto para ofrecer bonificaciones. Lo cierto es que un programa de reconocimiento de empleados va mucho más allá de eso. Piensa en recompensas pequeñas y recurrentes como días libres, cursos virtuales, reconocimientos públicos, un desayuno diferente, un elemento de merchandising de la compañía, una jornada especial, etc.

 

Divertido

Gamifica. Adopta técnicas de juego para gestionar actividades y hacer seguimiento a proyectos de forma lúdica y divertida. Existen en el mercado múltiples plataformas que te ayudarán a desarrollar programas divertidos, en los que tus empleados querrán participar.

 

Pero si quieres crear un plan exitoso y con estas recomendaciones no tienes suficiente, llámanos y te daremos más datos. Nos encanta reconocer a los empleados y te podemos proponer programas de incentivos a medida que, sin duda, ayudarán a mejorar el clima laboral, reforzar el compromiso de tus empleados y acelerar la transformación en la qué estás inmerso.

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“Hija mía, ¿qué es eso de movilizar?”

Comunicación interna que logre mover a los empleados

Todos nos hemos visto alguna vez en la tesitura de explicar lo que hacemos a personas ajenas a nuestra profesión: hermanos, primos, cuñados o amigos. Algunos lo tienen relativamente sencillo, porque son médicos, abogados, ingenieros, camioneros, dependientes de una tienda… Es decir, tienen una profesión en la que es fácil identificar cuál es su cometido. Otros, como nosotros, lo tenemos algo más complicado.

Si decimos que nos dedicamos a la comunicación, la mayoría de personas nos entiende, aunque entonces te preguntan por tu último spot y hay que volver a explicar que no, que no haces anuncios, sino comunicación interna. Es decir, que haces acciones de comunicación dirigidas a los empleados de las organizaciones, o a sus distribuidores y proveedores, pero no al público general. Y crees que lo han entendido, pero si por casualidad vas un poco más allá y les comentas que estás especializado en la comunicación en organizaciones que se están transformando y que, más que comunicar, movilizas, o que utilizas la comunicación para movilizar, entonces la mayoría pone cara de no haber entendido nada o responde como mi madre, que tiene mucha confianza y poco filtro: ¿Movilizar? ¿Entonces, qué haces? ¿Manifestaciones?

Y es que el término movilizar se utiliza habitualmente en casos de actividades de carácter social o en situaciones de ámbito político. Sin embargo, si vamos al diccionario, nos encontramos con la siguiente definición:

Movilizar: poner en marcha una actividad o un movimiento para conseguir un fin determinado.

Y eso es precisamente lo que nosotros hacemos. Utilizamos la comunicación para lograr ese movimiento, un movimiento interno, ilusionante, informando de cómo hacer las cosas y para qué en el cambio constante en que se encuentran las organizaciones. Y es que, olvidémonos, las empresas no se transforman si no se transforman las personas que forman parte de ellas.

Estamos ante un momento único donde quien más o quien menos debe cambiar. Todos hemos asumido que el cambio es necesario y nosotros intentamos que además se afronte con ilusión, con foco y con propósito, sin dejar atrás a nadie, convenciendo a los indecisos, venciendo la resistencia de los más conservadores y honrando el trabajo realizado con anterioridad. Y todo eso lo hacemos a través de la comunicación.

Establecemos mecanismos frecuentes, cercanos y multicanal que fomenten los intercambios descendentes y ascendentes de los directivos con sus empleados. Potenciamos las conversaciones, el intercambio de ideas, la buena sintonía para generar entusiasmo por la adhesión a la transformación y sentimiento de pertenencia.

A estas alturas, mi madre ya ha entendido a qué me dedico, pero sigue sin saber cómo lo hago. Y se lo explico.

Para movilizar a las personas lo que hacemos es utilizar palancas tradicionales como las revistas internas, los newsletters, las reuniones, los eventos presenciales y virtuales, los planes de incentivo y otras más innovadoras o digitales, como las redes sociales internas, los embajadores internos, etc.

Miro a mi madre, ella me mira a mí y me replica triunfal: ¡Ah, ya lo entiendo, hija mía! ¡Entonces, haces fiestas!

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DECÁLOGO DE SEDUCCIÓN

¿Cómo cautivar a tu público en un evento virtual?

A estas alturas ya sabes que intervenir en un evento virtual tiene poco o nada que ver con lo que habíamos vivido -y volveremos a vivir, ¡ni lo dudes!- en los eventos presenciales. Y te preguntarás, ¿cómo voy yo a enamorar a mis clientes-proveedores-jefes-colegas-whatever asomándome a una simple pantalla? No te preocupes, ¡tenemos la solución! Te lo contamos en un práctico decálogo, ¡que lo disfrutes!  

Antes de plantear cada ponencia, piensa muy bien qué quieres contar y qué mensaje deseas transmitir, es decir, qué quieres que se lleven quienes te escuchen. Lo ideal es trasladar un solo mensaje principal, que pueda resumirse en un titular, y desgranarlo en tres submensajes clave, relevantes y que configuren alguno de los pilares de ese mensaje principal. Una vez que hayas decidido el qué, organiza bien el cómo: hay estructurar la información.

Cíñete al tiempo del que dispones. Excederlo para ampliar detalles en los que tampoco podrás profundizar es contraproducente, provoca aburrimiento y facilita que tus espectadores se desconecten. Si puedes explicarlo todo en un máximo de diez minutos, tanto mejor: cuanto más dinámico es el discurso, tanto más interés despierta en la audiencia.

Los charts deben ser un recurso para enfatizar algún mensaje que tenga especial relevancia, no al revés: evita hilvanar el discurso a través de una sucesión densa e interminable de slides. Utiliza los justos y necesarios y no los sobrecargues de información: es mucho mejor una imagen potente y un solo concepto, o tres frases compactas y clarificadoras, que una mancha gráfica que desconcierta y genera confusión.

Si necesitas mostrar cifras o explicar algún concepto complejo y difícil de resumir en poco tiempo, es más recomendable crear un vídeo, así simplificarás esa información, la mostrarás de manera más atractiva y su impacto será mayor y más eficaz.

En cuanto al lenguaje, menos es más. Elude las frases subordinadas o demasiado largas, los adjetivos rimbombantes y las construcciones gramaticales literarias. Evita hablar como escribes u optar por un registro demasiado culto: no se trata de demostrar cuánto sabes, sino de que tus receptores comprendan y retengan lo que les quieres decir. Apuesta por un enfoque comunicativo y empático, con frases cortas (sujeto y predicado), sencillas y fáciles de comprender. Claridad y concisión, más que nunca.

Los errores forman parte de la vida y nos ayudan a mejorar. Si te equivocas, prosigue sin darle más importancia, con naturalidad y humildad: aceptar nuestra vulnerabilidad ayuda a generar más sensación de cercanía y a conectar mejor con la audiencia.

El lenguaje gestual también es importante, estás en primer plano ante tu audiencia y te observan con atención porque les interesa mucho lo que les estás contando. Esa cercanía es muy poderosa para conectar. Mira a los ojos (a la cámara) con franqueza y acompaña tus palabras con las manos, sobre todo para enfatizar. Recomendamos no esconder las manos en los bolsillos, ni cruzarse de brazos o entrelazar los dedos como en una plegaria: si no sabes qué hacer con las manos, apoya las yemas de los dedos de una mano en los de la otra. Y lo más importante: sé siempre tú, no intentes impostar ademanes fingidos porque se notará y perderás credibilidad.

Conecta mejor con tu público a través de tu indumentaria. Algunas pautas básicas son utilizar prendas lisas, sin estampados, y acordar un mismo estilo (smart casual o más formal) entre todas personas que intervengáis en el evento, así como una gama cromática acorde con la escenografía y los recursos gráficos que se vayan a utilizar.

Ensaya mucho, tanto para familiarizarte con lo que vayas a explicar como para modificar aquello que no acabe de funcionar. Si compartes la retransmisión con otros ponentes, los ensayos ayudarán también a detectar posibles repeticiones en los parlamentos: en los eventos virtuales no solo debemos ser sintéticos, también hay que evitar las redundancias.

Y por último, importantísimo, confía en Mostaza Comunicación, ¡juntos lograremos que tu audiencia se quede prendada y que el evento sea todo un éxito! 🙂

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Los eventos de Navidad sí son posibles

 

Transforma tu cena de Navidad en un evento online

Diciembre siempre fue significado de comida, champán, risas, reencuentros y brindis por prósperos años nuevos. Todos sacábamos nuestra mejor versión, nos vestíamos con nuestras mejores galas, nos perfumábamos y bailábamos hasta el fin de la noche para celebrar, con aquellos que compartieron nuestro día a día, el transcurso y fin de ese año. Quién nos iba a decir que el pasado mes de diciembre de 2019 fuera, por ahora y a corto plazo, el último en el que íbamos a dar esos abrazos y besos llenos de ilusión.

Si el 2020 se puede definir con una palabra, creo que esa es “cambio”. Un cambio que nos ha trastocado nuestro día a día, que nos ha obligado a ver y hacer las cosas de otra forma, a afrontar nuevos retos.

Muchas empresas pueden pensar que este año los eventos de Navidad están condenados al fracaso, pero, permitidme que os diga que eso no es así, y es que, ya lo decía el refrán, en la vida hay que “renovarse o morir” y, la segunda, no es una opción.

Este año, más que nunca, las empresas necesitan celebrar sus eventos de Navidad y, ¿sabes por qué? Porque este año más que nunca es necesario:

  • Compartir información clave sobre el negocio y los retos de la compañía
  • Conectar con los equipos
  • Hacer teambuilding
  • Reconocer a todos los profesionales el esfuerzo y dedicación
  • Fomentar el orgullo de pertenencia
  • y, por que no decirlo, ha sido un año complicado y necesitamos un poco de diversión

Es cierto que no podemos organizar un evento de Navidad como los conocíamos, pero ante nosotros tenemos un amplio abanico de nuevas posibilidades para disfrutar con los compañeros sin perder la parte institucional. Y es que, a pesar de haber cambiado el canal, sigue siendo posible inaugurar el evento con el discurso corporativo por parte de los directivos, seguir con una dinámica online y cerrar el evento con un brindis o incluso con una cena compartida a través de la pantalla.

Aquí van algunas ideas que te pueden servir de inspiración:

1. Organiza un scape Room

Los Scapes Rooms se han reinventado. Ahora puedes vivir una experiencia digital que ponga al límite tu trabajo en equipo, razonamiento lógico y conocimientos. La mayoría de estas dinámicas se pueden personalizar ad-hoc para la empresa (storytelling, diseño, pistas, etc) lo que permitirá crear un escenario más real y divertido para los empleados.

2. Pon a prueba las habilidades del equipo a través de un Quizz

Este formato permite formar equipos o competir de manera individual resolviendo preguntas personalizadas, culturales, divertidas, etc. Los participantes siempre jugarán con un ranking que permita ver su posición, así como un premio que alcanzarán los ganadores.

3. Preparara un show cooking o una cata de vinos

Selecciona y envía a todos los empleados un paquete con los productos necesarios para preparar la cena de Navidad y la receta correspondiente. Lo único que tienen que hacer es preparar su conexión a internet y seguir los pasos para cocinar su cena.

Si te gustaría celebrar tu evento de Navidad, pero no sabes cómo hacerlo, cuenta con Mostaza Comunicación. Estamos encantados de poder ayudarte en este día tan especial para la organización y tenemos muchas ideas que proponerte.

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Team building en tiempo de coronavirus

Los equipos en la “nueva normalidad”

Desde el pasado mes de marzo ya no vivimos en el mundo que conocíamos. La manera con que nos desenvolvemos ha dado un giro de 180 grados y el significado de vivir la “nueva normalidad” no es otro que el de readaptarnos y aclimatarnos a este extraño escenario.

Esto implica convivir con un clima de incertidumbre, sin olvidar que todos arrastramos nuestros particulares recuerdos de la pandemia. Nos encontramos, por tanto, con equipos más diversos que nunca, desconcertados, desmotivados, en algunas empresas físicamente alejados y con importantes carencias en términos de comunicación. Los equipos necesitan reencontrarse, fortalecer los vínculos que los unen y recorrer juntos este insólito camino.

Premisas para diseñar un team building

 Existen en el mercado una amplia variedad de actividades de team building adaptadas a la nueva realidad que ofrecen interesantes alternativas online. El problema es elegir cuál es la más indicada para nuestros equipos y, sobre todo, personalizarla y hacer de ella una herramienta de cohesión para esta nueva realidad. No basta con virtualizar la actividad, hay que adaptarla a cómo somos ahora, cómo nos sentimos y cuáles son nuestras necesidades y las de nuestra empresa.

¿Cómo elegimos entonces?

Lo primero que hay que hacer es acotar el objetivo que se persigue, eso nos ayudará a diseñar una experiencia relevante y eficaz y a elegir las actividades más idóneas. Como las personas, los equipos experimentan diferentes momentos y debemos saber cuál es el objetivo prioritario de la organización. Promover la cohesión, la motivación o la empatía, potenciar el trabajo en equipo, frenar resistencias, favorecer cambios, reforzar liderazgos, facilitar la comunicación…

También hay que conocer la idiosincrasia del equipo, desde su estado emocional hasta sus características generales (edades, perfiles, manejo y acceso tecnológico, etc.). Esto nos ayuda no solo a elegir la actividad más adecuada, sino también a saber qué tipo de comunicación hay que establecer con ellos, en qué aspectos hay que hacer más hincapié, etc. Por ejemplo, si nos encontramos con un equipo de silvers y queremos desarrollar una actividad virtual, hay que prever sus miedos y resistencias. El hecho de que los más jóvenes les ayuden o que puedan familiarizarse previamente a través de una prueba hará que se sientan acompañados y que su experiencia sea agradable de principio a fin.

Los datos básicos de la logística -número de personas, duración de evento, si es físico o virtual, síncrono o asíncrono, etc.- delimitan el tipo de acción a desarrollar.

Otra de las prácticas que suelen funcionar bien es dotar al team building de un storytelling para que les acompañe de principio a fin. Ayuda a generar engagement y a transportar a los equipos a un universo paralelo donde podrán vivir una historia memorable, ¡la suya!

Y si el team building es virtual, hay que tener muy en cuenta la tecnología y elegir plataformas que funcionen, que hayan sido probadas y que nos permitan utilizar de manera fácil e intuitiva diferentes funcionalidades. Además, deben tener soporte técnico y emocional para que sea una excelente experiencia para todos.

En resumen: es el momento de cuidar a nuestros equipos y crear con ellos nuevos vínculos, anclar su orgullo de pertenencia y mantenerlos conectados y atentos para que sean capaces de enfrentar los nuevos tiempos. Los team buildings son una buena herramienta para conseguirlo, pero, para ello, no todo vale. Hay que conjugar los elementos clave, la tecnología y las emociones y hacer que nuestros equipos vivan experiencias participativas y memorables.

¿Te ayudamos a encontrar el team building ideal para tu equipo?

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Sin un buen guion, no es un evento virtual

Entras a la habitación de tu hotel y ¡sorpresa! dispones del mejor televisor del mundo mundial. De modo que, a toda velocidad, agarras el mando a distancia y empiezas a buscar, con aquella ilusión, algún canal para disfrutar de esa maravilla de la tecnología punta. Un partido de hockey subacuático, un documental sobre la mariposa rosada del arce, los tertulianos de turno destripándose entre ellos… Qué pereza. Apagas la tele y piensas que, para eso, mejor una siesta.

Con los eventos virtuales sucede un poco lo mismo. A la hora de organizar un evento digital, disponer de un buen aliado tecnológico está muy bien, pero no es suficiente. Para preservar la emoción, el interés, el lado humano y la sensación de que formas parte de una comunidad, tan característicos de los acontecimientos presenciales, es necesario, más que nunca, hilvanar el antes, el durante y el después a través de un guion creado ad hoc.

Si deseamos lograr una óptima conexión con los asistentes desde que reciben la invitación al evento hasta que se despiden de él, debemos empezar a trabajar el guion en el preciso momento en que los ponentes tienen claro aquello que desean transmitir: como afirmaba Marshall McLuhan, el medio es el mensaje.

No podemos limitarnos difundir una serie de slides con información y datos, y tampoco funcionan los tiempos de exposición o los formatos que antes se consideraban idóneos. En un evento virtual, las intervenciones deben ser dinámicas, generar la participación y la interacción del público para conseguir que los mensajes calen, contar con paréntesis de pausa mental y no perder el ritmo jamás. Y para todo ello es necesario un guion. Un buen guion.

El evento virtual debe avanzar como una película, o como los episodios de nuestras series preferidas: primero ha de captar tu atención, luego mantenerte pendiente a través de la trama, y culminar en un final memorable, que provoque la reconfortante impresión de haber vivido una experiencia singular. ¿Nuestro cierre ideal? El que logra hacerte sentir como cuando sales del cine y continúas reflexionando sobre lo que acabas de presenciar.

El objetivo del guion es que el mensaje se transmita de manera tan redonda que anime a profundizar sobre los impactos recibidos e invite a prolongar y fortalecer los lazos de esa comunidad virtual recién creada. Esa es la verdadera magia de los eventos digitales: la magia de un buen guion.

Si estás pensando en un evento virtual, ¡piensa en nosotros!

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La gamificación para mejorar la experiencia en tu evento virtual

Como te adelantamos en otro artículo, existen diversas formas de aumentar el impacto de tu evento virtual, y jugar con la gamificación es una de ellas.

Pero, empecemos por el principio. ¿A qué llamamos gamificación? La gamificación, o ludificación si queremos estar en paz con la RAE, se basa en usar dinámicas propias de los juegos para conseguir que los asistentes a nuestro evento participen y se diviertan, al mismo tiempo que interiorizan los mensajes que nos interesa transmitirles. Si al pensar la gamificación nos apoyamos en las tres erres, RETO, RANKING y RECOMPENSA, el éxito está garantizado.

Pero, ¿cómo desarrollar una gamificación en un evento virtual? Te damos algunas ideas para que tus asistentes lo pasen en grande:

Convierte tu evento en un regalo

¿Has pensado en hacer un sorteo y que la recompensa sea la asistencia a tu evento? A través de las redes sociales puedes pedir a tus seguidores que comenten, mencionen o participen, y mediante un sorteo se decidirá quién/quiénes pueden asistir a tu evento exclusivo. ¡Todos estarán deseando ser los ganadores!

Participación 360°

En el transcurso de tu evento, puedes lanzar preguntas a tus asistentes para asegurarte de que están entendiendo e interiorizando tus mensajes, o votaciones para conocer su opinión y poder responder a sus dudas. SI además añades un ranking, añadirás todavía más emoción. ¡No hay mejor manera de motivar a tus asistentes que hacerles partícipes!

Unidos por un reto común

Lleva el teambuilding al escenario virtual. Explica la dinámica a todos los asistentes y luego divídelos por salas (la gran mayoría de plataformas de videollamadas lo permiten) para que trabajen en conjunto con el mismo objetivo.

Y el escape room empieza ¡ya!

Pon a prueba las habilidades de organización de tus asistentes y rétales con un escape room. La dinámica es la misma que en un evento presencial, la diferencia es que los equipos deberán comunicarse mucho más entre ellos y comentar lo que piensan y ven, pues no estarán en el mismo lugar. ¡El más rápido gana! Tic-tac, tic-tac, tic-tac…

Reacción en cadena

Se trata de una actividad muy creativa para lograr que piensen de manera distinta. Tus asistentes tendrán que configurar una reacción en cadena como si estuvieran en el mismo lugar. Deberán organizarse para saber quién empieza y qué va a hacer cada uno para que todo tenga coherencia.

¿Bailamos?

¿Y si retas a tus asistentes a hacer un videoclip desde sus casas? Es tan fácil como escoger una canción y pensar una coreografía sencilla que puedan hacer desde sus casas (recuerda, moviendo solo la parte del cuerpo que se ve desde la pantalla). Cuando todos sepan los pasos… dale al play y graba la pantalla. ¡El resultado te sorprenderá!

¿Quieres más ideas? Nos encantará ayudarte si contactas con nosotros ;).

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¿Cómo amplificar el impacto de tu evento virtual?

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Los eventos virtuales se han convertido en la mejor opción para todas aquellas organizaciones que desean seguir reuniéndose con sus clientes y equipos en la nueva normalidad. Pero, ¿cómo podemos dotarlos de relevancia y lograr el ansiado efecto WOW?

Te damos algunos consejos para llevar tu evento a otro nivel:

Prepara con mimo el preevento
No se trata tan solo de enviar una convocatoria por email en el que emplaces a tus invitados, sino que puedes sorprenderles con un obsequio virtual a modo de invitación. Por ejemplo: un fondo de pantalla personalizado para que utilicen el día del evento. ¿Has visto los que usamos en mostaza? 😉

 

No dejes a nadie atrás
¿Has pensado en retransmitir tu evento en streaming? Este formato se usa cada vez más en redes sociales como Instagram o Twitch, pues permite que todos los interesados en tu evento virtual puedan acceder a él sin necesidad de enlaces externos o plataformas. ¡Conecta de manera más sencilla con tu público!

Rodéate de estrellas
Los influencers atraen de manera natural al público, por lo que contar con ellos como presentadores o ponentes posicionará tu evento online y lo dotará de prestigio y relevancia.

Juega con la gamificación
La mayoría de plataformas para videorreuniones permiten añadir juegos y votaciones en directo durante tu evento. Así, lograrás que todos tus asistentes estén realmente motivados y lo pasen en grande, mientras les transmites los mensajes clave.

Dale importancia al postevento
Tu evento no acaba cuando todos apagan su cámara, sino que debes lograr mantener la atención de tus invitados después. Para ello, graba tu evento virtual y compártelo entre tus seguidores, o entre aquellos que no pudieron asistir. También puedes crear distintas piezas de vídeo para destacar los aspectos clave de tu evento, y generar así nuevo contenido.

 

Explora los formatos
Existen multitud de formatos de evento online (echa un vistazo a nuestro último post) y no le debes tener miedo a experimentar. ¿Por qué no crear un entorno virtual para tus invitados? ¿O plantear un evento híbrido en el que los ponentes se reúnan, pero los invitados se conecten en remoto?

 

¡Piensa a lo grande!
Ofrécele a tu público algo sorprendente. Contrata a un músico que dé un concierto en directo durante tu evento, o sustituye el cáterin, tan habitual en los eventos presenciales, por una cajita de desayuno personalizada y envíala a cada invitado.

 

¿Te gustan estas ideas? Estaremos encantados de darte muchas más si contactas con nosotros 😉

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Llegó el momento de los eventos virtuales

Hay quien dice que han llegado para quedarse. Otros, en cambio, creen que desaparecerán cuando puedan regresar los eventos presenciales, pero, sea como sea, están aquí y si algo nos ha enseñado esta pandemia es que no sabemos qué pasará mañana. Por tanto, centrémonos en el hoy.

A la hora de preparar un evento virtual, lo primero que nos preguntamos es si conseguiremos que los asistentes vivan la experiencia como lo hacen en un evento presencial. La respuesta es no. No van a vivir la misma experiencia, van a vivir otra que, aunque a priori nos parezca increíble, puede ser incluso más memorable que nada de lo que hayamos vivido antes. Pero, dudamos, ¿por qué? Es muy sencillo. No nos imaginamos lo que es un evento virtual. Tenemos en mente un webinar o una videollamada o, como mucho, una videoparty de las que se pusieron de moda a principios del confinamiento. Pero nada más lejos de la realidad.

Un evento virtual no puede ser eso. Igual que un evento presencial no es una reunión de trabajo. A través de la pantalla, podemos apelar a las emociones, jugar a sorprender, comunicar mensajes potentes, utilizar la tecnología para crear efectos WOW (¡muy WOW!). Es decir, lograr que los asistentes vivan una experiencia singular, que los mensajes se interioricen con dinámicas participativas, que haya interacción, etc. Pero para ello necesitamos sacarles de su día a día. Necesitamos huir de lo de siempre y crear, aunque suene ambicioso, un universo diferente.

Pero, ¿cómo? Aquí van algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de diseñar un evento virtual:

Conocer qué tipos de eventos podemos realizar y cuál debemos escoger La tipología no se debe escoger por el precio, la originalidad o la facilidad de ejecución. Hay que elegir en función de lo que se quiere conseguir. En Mostaza Comunicación te proponemos tres grandes tipologías de evento digital: Home to Home, TV Set e Inmersión virtual.

Crear un relato inspirador

A las personas nos gustan las historias y si son buenas, mejor. Crear un hilo conductor a medida de lo que necesitamos comunicar hará que nuestro evento tenga un final feliz. Los buenos relatos solo conducen al mejor sabor de boca posible.

Grandes dosis de emoción

No es lo mismo compartir un power point que dinamizar unos contenidos y enriquecerlos para que cobren vida. En un evento no puedes dejar al público indiferente ni aburrirlo, tienes que apelar a sus emociones, hacerle partícipe de la historia, interesarlo…

Una buena puesta en escena

Distintas necesidades, preferencias, momentos y circunstancias exigen, sí o sí, diferentes formatos. Eso sí, todos ponen la tecnología al servicio de las ideas, y no al revés.

Una experiencia de principio a fin

Tanto los asistentes como los ponentes han de recordar para siempre lo que viven en ese evento, y deben recordarlo en positivo, por eso hay que acompañarlos, guiarles por las vicisitudes de la tecnología, hacer que su participación sea sencilla y que la experiencia se centre en lo que pasa en la pantalla, no en si entra o no una contraseña.

En definitiva, es el momento de repensar muchas cosas, también los eventos, y crear experiencias nuevas y transformadoras. Hay que jugar con los elementos de que disponemos y conseguir eventos aun más experienciales y participativos. Hay que imaginar sin límites y conseguir que lo que hemos concebido se haga realidad.

Town Hall, el evento que conecta a líderes y equipos

A causa de la COVID-19, atrás quedaron los eventos multitudinarios en los que participaban numerosos asistentes, como las reuniones corporativas en las que se presentaban los resultados del año. Ahora debemos buscar nuevos formatos para adaptarnos a las nuevas circunstancias y, como resultado de ello, han resurgido los Town Hall Meetings. Pero, exactamente, ¿en qué consiste un Town Hall? Es un encuentro online en directo entre los altos directivos de la compañía y su equipo, en el que se comentan temas relevantes de la organización, como resultados, planes para el próximo año, etc. y siempre con un canal de comunicación bidireccional. Es decir, una vez que los directivos terminan de compartir su información, los empleados entablan conversación con ellos y comentan los temas previamente expuestos. El objetivo del Town Hall es dar voz a los equipos, escuchar sus preocupaciones y puntos de vista, obtener un feedback no filtrado, así como lograr una mayor transparencia como organización. Por eso es un evento especialmemte recomendable en estos momentos de dudas e incertidumbre para tranquilizar a los equipos, transmitirles seguridad y confianza y generar sentimiento de pertenencia y empoderamiento.
Si en tu empresa estáis pensando en programar un Town Hall, cuentas con múltiples plataformas que te podrían dar ese soporte, como Zoom, Teams o Hangouts, entre otras. Cada una de ellas cuenta con sus propias funcionalidades, por lo que conviene tener en cuenta detalles como el número de invitados, si se quieren crear grupos internamente o la duración prevista para la reunión, a fin de seleccionar la plataforma que más se ajuste a las necesidades del evento. ¿Deseas conocer más detalles sobre el Town Hall?
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y conversaremos sobre cómo organizar uno a la medida de tu empresa.
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