La transformación empieza por cómo se cuenta
Para persuadir y fascinar hay que urdir un relato envolvente, reconfortante, ¡ilusionante! Para dar velocidad, desactivar barreras y movilizar, las personas que han de vivir e impulsar la transformación deben estar convenientemente informadas y, además, predispuestas a aceptarla, interiorizarla y contagiarla.


