Albert Vergés es director de Sunomono Films, una productora audiovisual de Barcelona especializada en contenido que impulsa el negocio. Con más de 15 años de experiencia, combina su pasión por el arte, la tecnología y la comunicación para conectar marcas y audiencias. Sunomono Films se destaca por su creatividad y recursos técnicos, trabajando en comunicación interna, publicidad, video marketing y eventos. Su equipo utiliza inteligencia artificial generativa para ofrecer soluciones innovadoras y personalizadas, asegurando el éxito de cada proyecto.

¿Cómo crees que la IA está transformando el proceso creativo en la producción audiovisual?

La inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente la producción audiovisual en diferentes fases del proceso creativo, aportando nuevas capas de conocimiento: estratégica, creativa y técnica.

  • Capa estratégica: La IA facilita la toma de decisiones basadas en el análisis de datos, por ejemplo, al decidir la duración óptima, los temas más impactantes o las estructuras narrativas más efectivas. Además, permite detectar tendencias casi en tiempo real.
  • Capa creativa: Utilizar la IA como una herramienta de apoyo creativo nos brinda muchas facilidades. Actúa como un asistente que complementa la imaginación humana y puede inspirar nuevas direcciones. Aun así, es importante ser crítico y no dejarse influir por las primeras ideas que ofrece.
  • Capa técnica: Esta es quizás la más impresionante. Los avances son constantes y, en el ámbito visual y sonoro, podemos generar música, locuciones, fotos y vídeos cada vez más realistas. En general, la transformación es muy acelerada, lo cual hace difícil estar al día con las novedades.

¿Qué tecnologías de IA consideras más prometedoras para la mejora de la calidad de imagen y sonido en las producciones audiovisuales?

En el ámbito del sonido, una de las herramientas más prometedoras es la de Adobe, que permite corregir sonidos grabados de forma defectuosa de manera rápida y sencilla. En el ámbito de la imagen, hemos visto grandes avances en los últimos meses, con servicios como Freepik o Magnific que permiten mejorar la calidad de las fotos de forma sorprendente.

¿Cómo ayuda la IA a acelerar los tiempos de producción en vuestros proyectos?

La IA simplifica, acelera y nos mejora como creadores. Reduce el tiempo necesario para tareas técnicas y creativas, permitiéndonos concentrarnos en lo más importante.

¿Qué papel crees que jugará la IA en el futuro del storytelling audiovisual?

Cuando pensamos en la IA y el futuro, a menudo nos quedamos cortos en nuestras predicciones. La IA tendrá un papel central en el storytelling audiovisual, ya que permitirá que cualquier persona con conexión a internet pueda crear películas o vídeos. Este fenómeno democratizará la producción audiovisual y permitirá que surja un «cine de autor» en el sentido más literal: una persona, una película. La narrativa audiovisual se transformará, dando lugar a nuevos lenguajes y formas de expresión más diversas y menos mainstream.

¿Cuáles son las herramientas de IA que habéis integrado recientemente en vuestros procesos de postproducción y qué resultados habéis obtenido?

Estamos utilizando varias herramientas de IA, como Adobe para limpiar sonidos no deseados y Elevenlabs para las voces de maquetas. También hemos usado Suno para alargar composiciones musicales, una herramienta sorprendente. Además, con Runway hemos animado fotos antiguas para un proyecto farmacéutico, con resultados fascinantes tanto por la calidad como por el valor histórico.

¿Cómo afecta la IA la colaboración entre los miembros de vuestro equipo creativo? ¿Ha cambiado la dinámica de trabajo desde que utilizáis estas herramientas?

Por el momento, no hemos experimentado grandes cambios en la dinámica de trabajo. Simplemente, cada uno utiliza la IA cuando la necesita. Hay una formación constante e informal, donde compartimos descubrimientos y novedades, ya que el ritmo de cambio es muy rápido.

¿Cuáles son las limitaciones técnicas actuales de la IA en la producción audiovisual y cómo esperáis que evolucionen en los próximos años?

La principal limitación es la interfaz entre humanos y máquinas. Es necesario mejorar la fluidez en la interacción. En el futuro, esperamos que las IA sean capaces de interactuar de manera más dinámica, como lo harían los humanos en un equipo creativo, ofreciendo una colaboración más orgánica y con personalidad.

¿Qué retos habéis encontrado al integrar nuevas tecnologías de IA en vuestros flujos de trabajo actuales?

No hemos encontrado muchas dificultades. Todo ha sido muy fluido y fácil de implementar. La IA hace que el flujo de trabajo sea más ágil y eficiente.

¿Albert de pequeño se imaginaba acabar donde está ahora?

Siempre he tenido cierta nostalgia hacia el futuro, pensando en lo que vendrá. De pequeño, no quería ser ni futbolista ni cantante; quería ser Miró, hasta que conocí a Dalí y cambié de referentes, pasando por Rothko, Baselitz y Basquiat, hasta que decidí ser yo mismo, pintando con unos y ceros. Ahora mismo, tengo tres proyectos vitales: la productora Sunomono Films, una instalación sonora sobre el misticismo del silencio, y un proyecto de inteligencia artificial que busca integrar conocimiento y humanidad.


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