Nuestra primera semana de teletrabajo ha sido una prueba para tod@s. La teoría nos la sabíamos al dedillo y quien más quien menos se había conectado ya en remoto –Erika, que vive en Argentina, es la reina de la colaboración virtual-, pero coordinarnos quince personas a diario a través de herramientas digitales era acceder a un nivel superior.

Como la cuenta de correo de Mostaza está vinculada a Gmail, decidimos utilizar Hangouts como plataforma para montar videorreuniones con nuestros clientes y comunicarnos entre nosotr@s. Poco a poco nos hemos ido animando y, además de participar en la reunión semanal a través del chat #mostazatrabajaencasa, hemos ido creando chats en paralelo, bien por proyectos o propuestas, bien por áreas, bien por afinidades personales. O sea, hemos ido construyendo nuestra propia comunidad en línea, tan necesaria como respirar: concentrad@s ante nuestros ordenadores, implicad@s al 100% en que el servicio sea el mismo de siempre, echamos de menos las confidencias, las risas compartidas o el abrazo de tu compi cuando siente que te hace falta.

Lo mejor de esta primera semana de teletrabajo es que hemos comprobado que, aunque parezca que estamos lejos, en realidad permanecemos muy cerca, bien priet@s en el cogollo mostacil. Cohesionados. Alineados. ¡Indestructibles!

#orgullodetrabajarenmostaza